jueves, 30 de marzo de 2017

RESTAURANTE ALACENA DE ARTEIXO, LA CORUÑA,TIPO MIXTO (CARTA – MENU), TIENEN LOWCOST.

Bernard (31 / 01 / 2017) (Crónicas viajeras en casas de comidas (Lowcost menús). Éste restaurante ya lo conocía de venir a comer y cenar cuando estaba en refinería, y he querido volver para comprobar que seguía en la misma línea del buen comer. Tengo que decir que la visita ha merecido la pena. En el menú de hoy con coste de (9.50 €) he pedido de primero fabas con compango, me lo han servido en una legumbrera para que yo me despachara a gusto. (el plato estaba exquisito). De segundo he pedido cariocas fritas con cachelos (plato de lujo y de estupenda ejecución). De beber yo he pedido cerveza en copa fría, De postre tarta de queso con mermelada de fresa. Café descafeinado de maquina con leche y sacarina (Taza amplia). Servicio rápido y profesional, Limpieza excelente, local espacioso, vajilla moderna, presentación de los platos impecable. Disponen con ingredientes para diabéticos. Cantidad de comida en los platos suficiente, Calidad de los ingredientes excelente. Si tengo que poner alguna pega, es que las cariocas antes de freírlas mejorarían si le cortamos las branquias antes de pasarla a la freidora. Lo recomiendo sin lugar a duda, y mientras que sigáis en esa línea de servicio, traeré a mis amigos y en mi tenéis un comensal para mucho tiempo.

RESTAURANTE LOS ROBLES EN ARTEIXO, LA CORUÑA, TIPO MIXTO (CARTA – MENÚS). LOWCOST.

Bernard y las crónicas viajeras en casas de comidas (lowcost). El restaurante Los Robles, otra joya de la corona a pulir en Arteixo. A éste paso la zona se está convirtiendo en la ruta del paraíso de los restaurantes lowcost de la Costa Norte Gallega. Ubicado a pie de la antigua carretera de circunvalación del casco urbano de Arteixo, ocupa toda la planta baja del edificio, con una superficie aproximada de 300 m2. Quizás algunas veces en horas punta cueste encontrar sitio para aparcar, debido a la afluencia de clientes a más restaurante que trabajan por la misma zona. Cuenta con dos amplísimos comedores en los laterales del local, la cocina y la barra en la parte central, y todo el perímetro está cerrado con una cristalera en blanco, tipo galería gallega, que le da una luminosidad esplendorosa al establecimiento. Yo diría que es la perla del restaurante. La decoración es austera y sobria, y dado la amplitud de los comedores parece que las mesas estuvieran aisladas como flotadores en un océano inmenso. Las puertas de entrada tienen escalones y carece de rampas para hacer accesible la entrada a personas con movilidad reducida. Cuentan con dos servicios dobles, uno por cada comedor, los azulejos son negros y les da mucha oscuridad a los servicios. Le falta urinario vertical y secadores de manos, son un poco pequeño y estrechos para la envergadura del establecimiento. La limpieza en general es aceptable en los comedores, servicios y cocina. El personal es joven, amable y cordial, con muchas ganas de luchar por sacar el negocio adelante, en horas puntas quizás sea necesario ampliar el personal para cubrir el servicio correctamente. La cocina elabora comidas caseras con matices más modernistas. Le falta unificar los uniformes del personal, y adecuar la barra un poco. Se necesita vestir las mesas más y mejorar la decoración para que no de la sensación de vacío en los comedores, los floreros en las mesas si se ponen hay que adornarlos con flores fresca, o no, poner nada, porque los que hay son ridículos, con las flores secas y encima estorban. Las paneras hay que vestirlas con paños claros y no colocar servilletas de papel negro, el pan no hay que cortarlo tan pequeño y es escaso. El personal de cocina deberían ir de blanco y con el pelo recogido, al manipular los alimentos hay que usar guantes de later blancos y la cocina tiene que estar muy ventilada. Las cristaleras ganarían muchísimos si se visten con cortinas plisadas de vuelo corto, con cogidos laterales a media altura desde el techo. O otra alternativa más fácil es poner una franja horizontal de no más de 1 metro de ancha de color, a modo de visillo que haga juego y contraste en la parte central de las vidrieras blancas. Se podría poner de distinto color los dos comedores para diferenciarlos y dejar uno para eventos y comidas especiales y el otro para el servicio diario. Ésta reforma le daría una prestancia y más presencia al local, y desde el exterior también le daría una imagen y un empaque de elegancia y colorido que le hace mucha falta. Vestir las cristaleras con algo de color le daría alegría al establecimiento, ahora parece la recepción de un tanatorio. Éstos cambios, llamaría más la atención y serviría al mismo tiempo de reclamo, sin excedernos claro está, no vallamos a pasarnos y lo confundan con un putiferio. En la discreción y en equilibrio está en término medio para dar con el punto de elegancia y estilo que el Restaurante está demandando. Para que un restaurante de (lowcost), destaque y no pase desapercibido, que es lo que ocurre ahora, al cliente hay que atraerlo primero por la curiosidad y después por (calidad / precio) de las comidas. También debería actualizar su información de internet para que las personas que vengan a visitar Galicia y los propios de la zona tenga a primeras horas de la mañana los menús del día actualizados con sus correspondientes precios de la carta y el coste del lowcost. Ahora vamos a analizar las comidas de lowcost. Cuenta con recetas variadas, donde se mezclan las carnes, las verduras y el pescado fresco de la costa. El coste del lowcost es de (10 €), y cuenta con cuatro platos a elegir de primero y de otros cuatros a elegir de segundo. En el día de hoy tenían las opciones de primero ensaladilla de piña, empanada de pollo casero, salteado de verduras, pasta y langostinos y por ultimo un caldo de pollo con fideos, en los segundos tienen la opción de bacalao en salsa, merluza del pincho en salsa, jarrete de ternera gallega y por ultimo paleta de cerdo ibérico al horno. Las bebidas están a elegir entre la caña clásica de cerveza, el refresco, el agua o el vino de la casa. Los postres variados caseros, y el pan de boya gallega con el café incluido. Yo comprendo que con el precio de los (lowcost) no se puede exigir tanto, pero ahí está la diferencia, en la cantidad de comensales que se sirva en el día, eso dará la rentabilidad y la calidad a los lowcost del restaurante. En términos generales la presentación de los platos es pobre y no son muy generosos en cantidad, no se cuidan bien las guarniciones o carecen de ellas. Hay que poner algo más de imaginación sin caer en la cursilería de los churretones de salsa del biberón de turno en los platos. Las ejecuciones de los platos están bien, pero le falta rematarlos para que se note que las manos de una cocinera han intervenido en la preparación de la comida casera y no un chef de pacotilla. Para las carnes y el pescado cuando sus elaboraciones van solas, se deberían tener preparado algunas salsas para ofrecerlas al comensal, lo mismo que en las ensaladas y los aliños, hay que colocar en éstas mesas (El vinagre, la sal y el aceite). En éste caso de hoy he pedido la ensaladilla de piña, que estaba de sabor riquísima, me he quedado con ganas de comer un poco más, de segundo he pedido la paleta de cerdo ibérico al horno (Éste puede ser el plato estrella del local, puliendo algunos detalles), el plato es para lucirse por su exquisitez pero de irregular ejecución, porque estaba pasado el punto de sal y también lo debería haber tenido unos minutos más al horno, la guarnición podía ser más esplendida para que el plato llegara a triunfar por completo, aun así, me lo comí todo porque el plato merecía la pena (Se debería haber preparado una salsa agridulce al caramelo para acompañar y ya sería un lujaso de plato, puede valer para comer también los diabéticos si preparamos la salsa con sacarina liquida y es muy fácil de hacerla). El postre excelente, la cerveza me gusta beberla en copa fría, otro detalle a tener en cuenta y el café correcto. Yo creo que el restaurante necesita preparar un plato especial de la casa (Que podía ser el referido anteriormente), que marque la diferencia de otros locales de la zona porque hay mucha competencia y debería buscar alguna receta que marcara la distancia de los demás locales que trabajan en la zona. Para que el plato especial de la casa sea el sello insignia del restaurante y por el que sea reconocido. Como decía al principio, éste restaurante es un diamante en bruto que solo le falta pulirlo un poco más para que pueda destacar en su género. También hay que tener en cuenta hoy en día, que un restaurante que se preste de ello, tiene que disponer de ingredientes para elaborar comidas para celiacos y diabéticos. Hay que contar si o si con solventar las rampas y los servicios para minusválidos. Si se resuelven poco a poco éstas anomalías y mis sugerencias no caen en el vacío, y pueden valer para algo, me llevaría una gran alegría de ver como un negocio como éste en plena crisis puede triunfar.

El Cordobés un Restaurante mixto (carta / menú) Lowcost menús. Terraza Exterior con vista de postal marinera, en la playa de Razo en Carballo, La Coruña

03 / 02 / 2.017 BERNARD (CRÓNICAS VIAJERAS EN CASAS DE COMIDAS LOWCOST). Soy un fanático de la buena mesa y quiero que conste que mi opinión es libre. Trato de hacer una crítica constructiva allá donde voy, y para ello destaco lo bueno y lo malo de lo que veo en éste sitio, bajo el criterio de una persona que se desplaza mucho y tiene paladar de viajero. Éste restaurante está ubicado a la orilla de la playa de Razo en Carballo, con una vista al fondo... de postal marinera, envidiable y relajante para degustar una buena comida con la familia o con tú pareja, todo un paisaje típico de la costa gallega para disfrutar de lo lindo. Lo frecuento cada vez que vengo de mi tierra en el sur del sur de España (Huelva). Tiene mimbres para ser un restaurante puntero en su categoría pero por razones que se me escapan funciona de una forma intermitente en su rendimiento y pierde esa regularidad que le daría más prestigio. Las comidas en los platos son generosa, pero debería mejorar la presentación para que destacara mejor la calidad de los ingredientes. En la cocina tienen una estrella de las más humilde de las cocineras gallegas, sin ser chef, pero con muchos años de sabiduría en los fogones (Remedio) una joya en preparar las esencias de mar, con muy buenas manos con los pescados frescos. Las caldeiradas lo borda, el bacalao, los chipirones, el pulpo, los mejillones, el rape y las lubinas a la espalda las preparan de cine. El servicio de cocina y de mesas deberían organizarse mejor sobre todo en verano. Se nota cuando falta Lourdes, El trato con el público es amable y cordial, pero creo que deberían estar más pendiente de los clientes. Le sobra voluntad y le faltan tablas, como se diría en el argot teatral. Algunas veces el ambiente es muy ruidoso y los dos comedores interiores tienen poca ventilación y luz. La limpieza en general es aceptable, Las bandejas metálicas están ya en cualquier restaurante en desuso para servir y deberían retirarlas. El comedor de la barra dispone de poco espacio para moverse, menos mesas sería lo ideal. Comer en la terraza exterior con el mar de espejo es sublime y en verano es una delicia. Las cristaleras protegen contra el viento para que no resulte molesto. Los (wáter) deberían mejorarlos porque no es propio de un restaurante de su categoría, se han quedado anticuados y son espacios demasiados estrechos. El coste del menú es de (10 €). Yo he pedido de primer plato almejas con fideos gruesos en amarillo, de segundo caldeirada de bacalao con cachelos a la gallega, con el pan típico de boya, y de beber he pedido una cerveza negra sin alcohol portuguesa (Súper Bock) en copa fría, de postre tarta de almendras (Santiago) y para rematar un descafeinado de maquina con leche y sacarina. Yo acostumbro a comer aquí y se lo recomiendo a mis amistades, aunque si se solucionaran (Muchas son fáciles de realizar) las anomalías que he referido anteriormente manteniendo el precio del menú seria la leche de establecimiento y un ejemplo del restaurante perfecto.Visitado el febrero de 2017 981752097

MESÓN SUSO EN ARTEIXO, LA CORUÑA, UN RESTAURANTE MIXTO (CARTA / MENÚ), TIPO LOWCOST MENÚS, CON TERRAZA EXTERIOR.

BERNARD (CRÓNICAS VIAJERAS EN CASAS DE COMIDAS LOWCOST). (21 / 02 / 2.017). Soy un fanático de éstos mesones y en éste particularmente más, y para ser justo y equilibrado en mi opinión, tengo que hacer un capítulo aparte, porque yo estuve viviendo muchos años en la casa de dos plantas del al lado, de la Sra. Esther. Cuando el edificio donde se ubicó finalmente el mesón era tan solo un terraplén y en aquella época me servía de aparcamiento. Por ese motivo tengo un poco de nostalgia al hablar de él. El mesón está ubicado en la rotonda de entrada al polígono de Sabón, en el número 1, y hace esquina con la travesía de Oseiro. Es decir, el restaurante es de los denominados esquineros, con mucha luz interior por la gran cristalera de la fachada. La decoración no es típica de los mesones al uso, quitando la cabeza de toro disecada que mato José tomas, y que está colgada en la pared, es lo más parecido que he visto a una cafetería. El establecimiento interiormente es más bien pequeño, porque la imagen que proyecta desde el exterior, da la sensación que es más grande, y al entrar, sorprende un poco al cliente. Ahora bien, está todo muy bien aprovechado. El comedor está dividido en dos partes, una más reservada y otra frente a la barra, las mesas están vestidas a medias, y se debería mejorar para darle al local más vistosidad. La barra y la cocina da una buena sensación de limpieza, El personal es de trato cordial y amable y se le ve mucho oficio. Los servicios están bien, pero los veo muy estrechos, dispone de urinario vertical el de caballeros y dispensador de gel en ambos. La entrada tiene un problema, hay un escalón y no dispone de rampa, por lo que se hace difícil la entrada a personas con movilidad reducida. La terraza exterior está bien, pero es muy ruidosa dado la cantidad de vehículos que pasan por delante para acceder al polígono. Quizás por las noches en verano sea una delicia estar ahí, ya que el tránsito de vehículos se reduce mucho y esas noches son las más apropiadas para disfrutar de ella. El horario es de 7 de la mañana hasta las 12 de la noche, excepto los sábados, por lo tanto, se puede cenar sin problemas. Ahora vamos a valorar las comidas: Es bien sabido la fama que le precede desde hace mucho tiempo al establecimiento, en las recetas de pescados y mariscos. Y sin quitarle mérito, mi opinión al respecto, es que la materia prima la tiene a tiro de piedra, y los proveedores te lo llevan casi a la puerta, también es verdad que los demás restaurantes de la zona cuentan con esto también a su favor y no lo utilizan con la misma eficacia en calidad y precio que el Mesón. Tampoco se puede garantizar, que todos los productos sean de la zona, porque sin ir más lejos, en las cetáreas cercanas muchos productos son importados y las lonjas no dan para tantos productos frescos a un precio asequible para los menús. O lo que es lo mismo algunos son refrigerados y no dejan de ser por ello buenos. Aunque muchos no somos capaces de distinguirlos, porque a veces las manos de un buen cocinero o cocinera en la elaboración de un plato tradicional hacen milagros. Tengo que decir que la cantidad de comida en los platos es aceptable y la presentación podría mejorar un poco, no todo el mundo delante de un buen plato de marisco o pescado sabe cómo degustarlo y me explico. De todo es conocido la dificultad que tienen éstos productos por las carcasas, las raspas y las cascaras, de consumirlo. El personal de cocina y las camareras también podría facilitar ésta tarea a los clientes, sin lugar a dudas que ésta labor repercutiría mucho a favor del prestigio del Mesón. Vamos a seleccionar por grupo las comidas: Mariscos, pescados, carnes, raciones, tapas y lowcost menús. Podemos encontrar toda la gama de mariscos de cascara y cefalópodos de calidad y a buen precio en comparación con otros restaurantes, pero éste género se sale del lowcost, naturalmente, Nécoras, centollas, buey de mar, mejillones, bogavantes, navajas, almejas, percebes, langostas, ostras, camarones, cigalas, pulpo, lubinas, lenguados, rape, bacalao, etc. Todo lo típico de la costa gallega. También la variedad de las carnes es muy amplia y le dan el mismo mimo a la preparación, que con el marisco y el pescado. Aunque a veces…que por otro lado es normal, no se acierte del todo, con el punto de ejecución de algunos platos. Las opciones para el día de hoy en el lowcost menús con coste de (9.90 €), excluido el café que se paga a parte (Esto lo veo una equivocación por parte de la dirección del local), es preferible incluirlo en el coste del menú, aunque suba un poco más…que cobrarlo a parte (Esto daña la imagen del Mesón). En el menú va incluido, el pan de boya, la bebida, cerveza o vino de la casa, Lo primero que hay que decir, que en la cocina de hoy en el menú se han olvidado de preparar algún plato con productos del mar, para hacer honor a la fama que lo identifica ante el público y que es el buque insignia de la casa. ¡Comprobadlo! De primero a elegir entre (sopa de fideos, guiso de lentejas, ensalada de pasta o ensalada mixta). De segundo a elegir entre (jamón asado, pollo al ajillo, codornices en salsa o pinchos morunos). Como veréis en el menú de hoy no hay nada con sabor a mar. Después hay un menú especial de (16 €). Que sí lleva algún plato con sabor a la costa. La fama hay que ganársela día a día, y no dormirse en los laureles, hay que mantener un poco más el equilibrio de los platos por el prestigio de la casa, aunque estos platos sean de lowcost. Salgo del restaurante con mi devoción nostálgica del sitio, algo tocada, y a pesar de eso tengo que decir que la comida con algunos matices, me ha dejado satisfecho, pero con una duda de preocupación. A pesar que tienen todos los elementos para ser punteros en su género, y que los platos en relación calidad precio son todo un lujo, hay que corregir cosas y mirar al futuro con la mente más despierta. Porque la competencia es cada día más exigente. Esperando que se rectifiquen las anomalías por el bien del local, de sus trabajadores y de la clientela. Hoy lo recomiendo encarecidamente, mañana no sé, pero esa incertidumbre, no despeja mi duda y por el afecto nostálgico que le proceso, es por lo que me permito sugerirles, que miren alrededor, porque yo le veo con una tendencia bajista, bien por la rutina o, yo que sé, pero puede ser el momento de coger el timón (Depende de la dirección y de los profesionales).

miércoles, 29 de marzo de 2017

LA FÁBRICA, UN RESTAURANTE EN ARTEIXO, LA CORUÑA, TIPO MIXTO (CARTA – MENÚ) CON (LOWCOST MENÚS). 27 / 02 / 2.017

BERNARD, CRONICAS VIAJERAS EN CASAS DE COMIDAS. Éste restaurante está ubicado en la antigua carretera paralela a la nacional, en el nº 156 de la travesía de la población de Arteixo (La Coruña). El local ocupa casi todo el bajo del edificio, es decir, que es un establecimiento muy amplio y además dispone en la calle de espacios suficiente para poder aparcar sin problemas. La decoración es austera, no propia de un restaurante, es más bien tirando a un mesón por las mesas y los bancos que rodean las paredes interiores, del tipo cajonera. Noto falta de ventilación en los comedores, el ambiente está muy cargado y eso que ahora no se fuma. La barra está montada en ¨L¨, y el señor encargado de servir, creo que es un músico frustrado que no lo llamaban para actuar y abandono su verdadera profesión de batería de un grupo musical y se metió a camarero, dado los garrotazos que le da a los platos, a los vasos y a la cajonera de la zurrapa del café. El servicio en la barra es malo tirando a peor, la caña carísima para no llevar algo de acompañamiento y el cliente se siente totalmente desasistido y frustrado en ella. Los servicios son amplios y dispone de urinario vertical el de caballero. La limpieza es aceptable. En la entrada del local no hay escalones por lo tanto lo hace accesible al personal con movilidad reducida. Las mesas están desnudas, no existen mantelerías, ni las de papel desechables, te colocan un tapete de papel, que a duras penas caben los cubiertos y sin el kit de condimentación (Vinagrera, aceitera, sal y palillos). La sensación que da, es la de una tasca perdida en la montaña, y a la que no le ha llegado la modernidad. Aunque para comidas de batallas sirve. Si la dirección lo que quiere es esto, no tengo nada más que añadir. Pero si lo que pretende es dar una imagen con más prestigio (Hay que cambiar de mentalidad). Hoy por hoy el que tenga la costumbre y el gusto de sentarse a comer en una mesa como Dios manda, que se olvide de éste sitio. No es necesario convertir el local en un lugar de lujo, pero algo más cuidado sí que sería positivo. Le sobran mimbres con los que tienen, para hacer de éste sitio algo especial, agradable y tranquilo y ofrecer una velada de relax al cliente. El servicio de mesas es joven y muy voluntarioso, pero con falta de oficio, necesitan acudir a reciclarse a una escuela de hostelería para aprender conceptos básicos. El comedor parece la carrera de San Silvestre, aquí todo el mundo va corriendo y vociferando de un lado para otro como si estuvieran en un maratón, como pollo sin cabeza (Falta organización). El ruido es exagerado para un local de éstas características, y los niños corretean entre las mesas molestando los clientes (La dirección del local debería poner orden en esto). El menú del día debería estar a disposición del público a primera hora de la mañana de una forma impresa y no, en una pizarra en la puerta, con faltas de ortografías y que apenas se entiende. Hablemos de las comidas de Lowcost que es el tema que más interesa al público (10 €). De primero tenía la opción de sopa de verduras o ensalada mixta. Y de segundo solomillo de pollo con arroz y salsa tártara o conejo en pepitoria con patatas fritas. Elegí ensalada mixta y la verdad que iba un poco pobre. La segunda elección el solomillo de pollo, se le había acabado la guarnición anunciada para éste plato, cuando había medio comedor esperando para comer, y si los demás piden lo mismo, vaya faena. Le pido a la chica que me deje hablar con el cocinero para cambiar la guarnición para éste plato y me dice que en la cocina está prohibido entrar y hablar con el cocinero. No entiendo ésta postura, no sé qué quieren ocultar, si yo solo quería hablar para incorporar a mi plato elegido, otra guarnición que ya tuviera preparada, y que yo pudiera escoger, en definitiva, el problema no era mío, la falta de capacidad de programar las comidas, es tarea de la cocina. Nada… no hubo manera de contactar con la cocina. Vds. piensen al respecto lo que quieran, pero no es normal hacer de la cocina un fortín blindado. Al final me hicieron una componenda que valió para salir del paso, pero esto me da que pensar que muchas comidas se improvisan sobre la marcha, según la cantidad de clientes que acudan ese día. Del postre, la bebida y el descafeinado, estaban bien, De los platos, la cantidad de comida es aceptable a veces, pero la presentación y la ejecución de los mismos tienen que mejorar algo más. Algunas camareras con las prisas parece que te tiran los platos desde el pasillo en lugar de colocarlos encima del tapete. (La calidad / precio) está bien, pero hay mucha competencia por las zonas y si no se quiere perder terreno, tenéis que espabilar, porque con todas las anomalías que he observado, pierde mucho el establecimiento, y me gustaría entrar otro día y ver otro aire distinto, en lugar de un sitio con comidas de batalla y con tantos fallos. La fábrica puede ser un lugar de referencia y de prestigio si la dirección quiere.

HOTEL RESTAURANTE LAS CAMELIAS DE ARTEIXO, LA CORUÑA, TIPO MIXTO (CARTA / MENÚ) TIENEN LOWCOST MENÚS.

(Bernard y las Crónicas viajeras en casas de comidas (Lowcost menús). 06 / 02 / 2.017 El Restaurante Las Camelias está ubicado en Villarrodris, a pie de carretera, en el municipio de Arteixo. A primera vista, paseando por delante del edificio, se puede uno confundir y pasar de largo, el restaurante queda casi camuflado, pasa inadvertido por estar las instalaciones dentro del hotel (Claro, que eso de pasar desapercibido, es una observación mía). Además de dar servicio de comidas a los clientes del hotel, también el comedor está abierto al público. El comedor está en el interior y no es muy grande, pero dispone de una terraza en el patio de luces, que en verano es una zona fresquita y agradable para disfrutar de una buena comida en familia. Éste restaurante también es uno de los que forma parte de mi ruta de conocer gastronómica los sabores del buen comer de Galicia y tiene factores a su favor para destacar brillantemente. Pero tengo que decir que hoy he salido decepcionado o tal vez es que me esperaba mucho más después de otras visitas y creía que el listón estaría mucho más alto. El comedor estaba bien montado en lo que corresponde a mantelería, copas y cubertería. Hay un menú especial por (18 €) los sábados El menú lowcost de (10 €) es engañoso, al no especificarlo bien y navegar en tierra de nadie, después te cobran el café aparte y otros cambios que te dan como alternativa si no te gusta algunos de los platos que te ofrecen en el menú, pero que no lo puedes cambiar por los que tú quieres. La limpieza del restaurante y los servicios son excelente, el trato del servicio con el público es amable y cordial. Las comidas en los platos se quedan cortas y sin apenas guarnición (escasean o carecen de ellas). La presentación de los platos estupenda a veces, aunque en algunos no se ajustan a lo anunciado en el menú o puede ocurrir que el concepto que tienen los cocineros de éste restaurante se sale de lo tradicional. Por ejemplo, de primer plato he pedido caldo gallego que estaba en el listado del menú de hoy. Todos los gallegos saben de sobra lo que es el caldo de su tierra, la palabra misma te lo indica, espera que la comida sea caldosa o que tenga caldo, con todos los ingredientes que todo el mundo muy bien conocen. Pero además se lleva en una sopera a la mesa para que tú te eches en tu plato hondo o tazón. En su lugar me ponen una taza baja con todos los ingredientes trinchados, digo bien trinchados, ni siquiera picado (alubias, patatas, grelos, etc.). y el resultado es una picada compacta, casi pastosa sin caldo alguno, más se parecía a una polea, por lo denso que estaba, que a un caldo gallego. Por supuesto que no me lo comí. Pasemos ahora al segundo plato bacalao con cubierta de cebolla caramelizada. Paso a cortar el trozo y lo abro por la mitad, para sacar unos gajos y probarlo, el punto de sal se había pasado tres roscas también, en vista del resultado, pruebo un poco más, por si era solo una parte lo salado y todo tenía uniforme, es decir, lo salado era en la totalidad del trozo. Decido probar la cebolla caramelizada de la cubierta, no me queda otra, también se han pasado un rato de rosca, ahora han quemando demasiado las cebollas, tanto que le daba un sabor amargoso al plato, fruto de haberse pasado para caramelizarla en la sartén, aquello no había forma de comérselo. Lo que no llego a comprender, es como muchas veces las gentes por prudencia se callan, lo apartan y se aguantan. Porque lo de salado no hay que ser un experto en gastronomía, lo salado es salado para todo el mundo. ¿Sí lo has pagado tú, por qué se callan? Sí nadie te regala nada. Por último, la guarnición, tres rodajas de patatas finas (Que parecía que la habían tirado desde la escalera al plato) y más blancas que la nieve…seca, y sin sabor a nada… por favor échale un poco de la salsa por lo menos para disimular, no cuesta tanto, es que así te da pena hasta morderlas. Desde que llegue del restaurante a casa me he bebido casi una botella entera de agua. No quiero seguir torturando con mis opiniones a todo el que me quiera leer. Pero lo de algunos restaurantes es de juzgado de guardia. Después dicen que cierran locales. Lo más incoherente por mi parte en ésta situación es que sigo creyendo en ellos, hay que evitar las torpezas de algunos, y seguir creyendo ciegamente en la profesionalidad de las gentes de ésta casa, y lo recomendare a pesar de todo, a mis amistades, porque tengo la esperanza de que van enderezar el rumbo y lo seguiré visitando si no me echan antes, después de mis comentarios, porque hay materia prima de calidad para hacerlo bien, El trabajo lo dominan, disponen de las instalaciones y las herramientas idóneas para triunfar, creo que se debería adornar menos los platos con chorradas de vanguardia y llenar los platos de más consistencia. Los otros platos no entro en valorarlo porque no quiero pronunciarme sin haberlos probados antes, espero que no sean igual que los que me tocó a mí. También tengo que decir en honor a la verdad, que otras veces he comido mejor en éste mismo sitio ¿Dónde está el problema? En los menús lowcost. Si con los menús no cuadran las cuentas, pues no lo des y sirve todo de la carta, pero si haces los menús de Lowcost, hay que cumplir correctamente por ética y por amor propio. En ésta vida hay que dejar las florituras, y ser más prácticos…que es lo que atrae a las gentes, lo palpable y no lo filosófico, menos adornos florales y platos medios vacíos en las comidas, porque al final esas mismas gentes que no encuentran la consistencia en los platos, huyen y no vuelven más, por mucho que los adornes.

CIMA RESTAURANTE PARRILLADA EN CARBALLO, LA CORUÑA, TIPO MIXTO (CARTA-MENÚ). TIENEN LOWCOST MENÚS.

Bernard 16 / 02 / 2.017 Crónicas viajeras en casas de comidas (Lowcost menús). El restaurante está ubicado en el margen derecho de la carretera nacional de entrada al Municipio de Carballo, viniendo de La Coruña, a la altura de la parroquia de Bértoa, en el 107 de la Rúa Arega, con código 15.105. Y el teléfono 981700175. El comedor es amplio y la decoración es moderna, las mesas están vestidas muy austeramente, le falta color para darle más vistosidad al recinto del comedor, y la distribución de las mesas están muy apelotonadas, se debería quitar algunas para que se pueda ampliar los pasillos y facilitar el paso a los clientes entre las mesas. El establecimiento no está condicionado para acceder personas con movilidad reducida, dado que existen unos desniveles, que la empresa lo trata de salvar con escalones, y no hay rampas para facilitar éste cometido. Los (Wáteres) están bien, disponen de secador de manos y dispensador de gel, pero echo en falta un urinario vertical en los servicios de caballeros. La limpieza en general es aceptable, la atención al cliente es cordial y amable. Algunas veces se hacen esperar los platos, pero es comprensible dado la afluencia de gentes a comer en horas puntas. El personal que vienen a comer es variado, pero abundan más los trabajadores de las empresas de la zona, a veces hay que esperar que desalojen alguna mesa para poder sentarnos a comer. De ahí la conveniencia para no tener que esperar de hacer reservas con antelación. Los platos son generosos en cantidad y la presentación es aceptable, aunque puede mejorar. La cocina es creativa y al mismo tiempo tradicional, la ejecución de los platos por las prisas no lo acaban de rematar, está bien en limpieza y en organización, pero a la hora de servir tienen una dificultad las camareras (Aunque ya están acostumbradas) estar salvando constantemente los desniveles de los escalones. Tienen un pequeño comedor reservado por cristaleras para comidas especiales. Se echa en falta la información de la comida del día (Previamente no hay cartel, ni nada que nos indique en que va a consistir la comida del menú, salvo que tires de la carta, que de esas sí que hay carpetas). Pero el menú, no se anuncia por ninguna parte del recinto, y aunque esté cerca la hora de abrir el comedor (La una). El cliente no se entera de lo que hay que comer hasta cuando te sientas prácticamente en la mesa. Ésta forma de proceder no te permite decidir ante si lo que te ofrecen, te interesa o no y después de estar sentado, con una espera más o menos largas, no te vas a largar… y al final te aguantas y te quedas (Esto no queda muy elegante cara al cliente), y como tienen gentes para comer de sobra (Éste concepto de informar lo tienen un poco abandonado). ¿Porque no quiero creer que obedezca a una práctica de la empresa para retener a los clientes? No lo necesitan... Los días entre semanas no se dan cenas salvo que se encarguen previamente. Es muy interesante las comidas elaboradas en la parrilla. Y en genera se ve que los ingredientes son de calidad, porque los proveedores son casi todos de la zona y también por un motivo de sentido común. El trasiego de gentes que pasan a comer cada día es tan importante que no hay cabida para pensar que queden productos para elaborar del día anterior. El precio del (Lowcoste menú) es de (9.50 €) y presentan cuatros opciones para el primer plato y cuatros también para el segundo. Por cierto, que ya era casi la una y he tenido que preguntar en la barra, que había para comer. En el día de hoy las opciones para el 1º plato son: judías verdes con atún y huevo, callos a la gallega, salpicón de pescado y por ultimo ensalada de pasta. Las opciones para el 2º plato son: pollo a la brasa, filete de ternera, costilla a la brasa y por ultimo lubina a la plancha, todo con sus correspondientes guarniciones. El pan clásico de la boya gallega, y de beber yo pedí cerveza, aunque hay vino de la casa. De postre hay varias opciones, tarta de queso, yogures, flanes, tarta de almendra, helados y frutas del tiempo, y para rematar café, pero yo pedí un descafeinado de maquina con sacarina. La verdad es que, salvando algunos inconvenientes, el sitio está muy bien. Y el menú es muy variado y se tiene dónde escoger. Lo recomiendo sin lugar a dudas, ahora bien, sí lo que pretendéis es hacer una visita a éste restaurante a degustar lo novedoso y las tradicionales comidas gallegas, reservar mesa con tiempo… sobre todo, si tenéis que ir en hora punta.