miércoles, 29 de marzo de 2017

CIMA RESTAURANTE PARRILLADA EN CARBALLO, LA CORUÑA, TIPO MIXTO (CARTA-MENÚ). TIENEN LOWCOST MENÚS.

Bernard 16 / 02 / 2.017 Crónicas viajeras en casas de comidas (Lowcost menús). El restaurante está ubicado en el margen derecho de la carretera nacional de entrada al Municipio de Carballo, viniendo de La Coruña, a la altura de la parroquia de Bértoa, en el 107 de la Rúa Arega, con código 15.105. Y el teléfono 981700175. El comedor es amplio y la decoración es moderna, las mesas están vestidas muy austeramente, le falta color para darle más vistosidad al recinto del comedor, y la distribución de las mesas están muy apelotonadas, se debería quitar algunas para que se pueda ampliar los pasillos y facilitar el paso a los clientes entre las mesas. El establecimiento no está condicionado para acceder personas con movilidad reducida, dado que existen unos desniveles, que la empresa lo trata de salvar con escalones, y no hay rampas para facilitar éste cometido. Los (Wáteres) están bien, disponen de secador de manos y dispensador de gel, pero echo en falta un urinario vertical en los servicios de caballeros. La limpieza en general es aceptable, la atención al cliente es cordial y amable. Algunas veces se hacen esperar los platos, pero es comprensible dado la afluencia de gentes a comer en horas puntas. El personal que vienen a comer es variado, pero abundan más los trabajadores de las empresas de la zona, a veces hay que esperar que desalojen alguna mesa para poder sentarnos a comer. De ahí la conveniencia para no tener que esperar de hacer reservas con antelación. Los platos son generosos en cantidad y la presentación es aceptable, aunque puede mejorar. La cocina es creativa y al mismo tiempo tradicional, la ejecución de los platos por las prisas no lo acaban de rematar, está bien en limpieza y en organización, pero a la hora de servir tienen una dificultad las camareras (Aunque ya están acostumbradas) estar salvando constantemente los desniveles de los escalones. Tienen un pequeño comedor reservado por cristaleras para comidas especiales. Se echa en falta la información de la comida del día (Previamente no hay cartel, ni nada que nos indique en que va a consistir la comida del menú, salvo que tires de la carta, que de esas sí que hay carpetas). Pero el menú, no se anuncia por ninguna parte del recinto, y aunque esté cerca la hora de abrir el comedor (La una). El cliente no se entera de lo que hay que comer hasta cuando te sientas prácticamente en la mesa. Ésta forma de proceder no te permite decidir ante si lo que te ofrecen, te interesa o no y después de estar sentado, con una espera más o menos largas, no te vas a largar… y al final te aguantas y te quedas (Esto no queda muy elegante cara al cliente), y como tienen gentes para comer de sobra (Éste concepto de informar lo tienen un poco abandonado). ¿Porque no quiero creer que obedezca a una práctica de la empresa para retener a los clientes? No lo necesitan... Los días entre semanas no se dan cenas salvo que se encarguen previamente. Es muy interesante las comidas elaboradas en la parrilla. Y en genera se ve que los ingredientes son de calidad, porque los proveedores son casi todos de la zona y también por un motivo de sentido común. El trasiego de gentes que pasan a comer cada día es tan importante que no hay cabida para pensar que queden productos para elaborar del día anterior. El precio del (Lowcoste menú) es de (9.50 €) y presentan cuatros opciones para el primer plato y cuatros también para el segundo. Por cierto, que ya era casi la una y he tenido que preguntar en la barra, que había para comer. En el día de hoy las opciones para el 1º plato son: judías verdes con atún y huevo, callos a la gallega, salpicón de pescado y por ultimo ensalada de pasta. Las opciones para el 2º plato son: pollo a la brasa, filete de ternera, costilla a la brasa y por ultimo lubina a la plancha, todo con sus correspondientes guarniciones. El pan clásico de la boya gallega, y de beber yo pedí cerveza, aunque hay vino de la casa. De postre hay varias opciones, tarta de queso, yogures, flanes, tarta de almendra, helados y frutas del tiempo, y para rematar café, pero yo pedí un descafeinado de maquina con sacarina. La verdad es que, salvando algunos inconvenientes, el sitio está muy bien. Y el menú es muy variado y se tiene dónde escoger. Lo recomiendo sin lugar a dudas, ahora bien, sí lo que pretendéis es hacer una visita a éste restaurante a degustar lo novedoso y las tradicionales comidas gallegas, reservar mesa con tiempo… sobre todo, si tenéis que ir en hora punta.

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