sábado, 22 de julio de 2017

¨EL MARI LUZ¨ EN UNA PLAYA DE BARRAÑAN… EL BESO DE LAS MARIPOSAS REVOLOTEAN EN TUS LABIOS, MIRANDOTE EN EL FONDO DE TUS OJOS, ROBÁNDOTE LOS SILENCIOS DEL CORAZÓN (BERNARD SIGÜENZA BOGADO)

Siguen posándose las gaviotas en el tejado gris de pizarra Convirtiéndose en balsa azul en el horizonte Para aves de paso Sombras, que se divisan desde lo alto del Valle. Para dar cobijo al recuerdo Chimenea de humo blanco ¨El Mari luz¨ Una isla en la arena En una playa de Barrañan Yo quise pararme a tomar un café En una tienda de ultramarinos Y cuando buscaba el sol Amaneció encapotado Con nieblas por los dos costados El farol de la puerta ya no luce Otro día más se apagó su luz. El frío, también llega con las mañanas El roció empaña el aire Y hace llorar a los cristales Ya está levantado José Ya está en marcha la máquina de café Las olas, gritan y se revuelven Las olas, protestan por los que no vuelven Acercando, arañando, robando arenas de playa. Salpicando, la fachada de sal de espumas Anclado cómo un barco, que se agarra a la orilla. Junto al hórreo Ahí está ¨El Mari luz¨ Con un techo gris de pizarras Junto al último tramo de carretera Cuatro paredes de piedras destartaladas Dos barriles en la puerta Y muchas maderas de estanterías Una bombilla de luz vieja Cansada de alumbrar Comestibles, vinos, cafés y algo de mercerías El negocio lo heredaron de su padrino Cafés, copas y ultramarinos Benedicto dejó de ser marino Y emigró para hacer camino El que había hecho cuartos en Suiza Regreso a toda prisa El que escondía el llanto, detrás de la risa Y cuando retornó Vino, Bastante cascado y muy desmejorado No duró, ni para cobrar la primera pensión Dejó ¨el Mari luz¨ en buenas manos María…….. y José, heredaron Se conocieron desde la cuna Se amarraron por la cintura Se amaron bajo la luna Siempre, dispuestos a servir Siempre, cocinándote un poco de vivir ¿Qué tenemos hoy para comer? Con impaciencia, se escucho desde el fondo del comedor ¿Qué tenemos hoy para comer? Preguntaba, gritando uno de los clientes Caldo gallego con grelos, contestó María Y quizás también mejillones Andaba María cocinando con su marido Entre cazuelas y peroles El caldo y unos mejillones ¡Que son de Lorbé! Gritaba José Que se deja querer Que es como el pulpo a la feira Que se deja comer Que se agradece, el calor de la lareira Con ésta espesa niebla El día amenazaba con llover En una playa de Barrañan Donde el asfalto se convierte en caminos Y el tiempo se hace eterno Yo quise pararme a tomar un café En una tienda de ultramarinos Detrás de la barra estaba José Se hizo viejo despachando vinos Se hizo viejo escuchando los lamentos de los marinos. Se hizo viejo, con las historias de los cazadores furtivos Con las retahílas de los percebeiros Escondiendo su manjar en la oquedad de las rocas Retorciendo el camino de los vigilantes Saliendo con la bajamar Y regresando con la pleamar Historias de separaciones y bienes gananciales. Infidelidades y custodias compartidas. Lamentos de madrugadas Historias frustradas Arrojados, sobre un mostrador Con el corazón retorcido en jirones ¡Cuantas veces! …. José haciendo de confesor ¿Cuántas historias de dolor? Cuantos mundos sin perdón Cuantas vidas sin calor Le estallaba la cabeza con tanto aluvión Por eso, se siente descentrado Últimamente lleva el paso cambiado. Dice que se siente desfasado Que la vida lo dejó de lado No esperaba, hacer el resto del trayecto solo. Duerme en soledad, desde que María se fue Se refugió en si mismo Se resignó a su destino Sus hijos a la fuga, huidos Le echaron en su buzón, cartas de olvidos ¡Hay José, quien te ha visto y quién te ve¡ Robándole al viento mil suspiros Se marchita mirando al mar Desde la ventana imagina ver a María Arrimó sus labios al cristal Se le olvidó besar Se le olvido soñar En un rincón de la cocina. Se recostó sobre la silla de neas Dame tú mano María,…… si amor mío…. le pareció escuchar. Cerro los ojos y durmió su vida En una playa de Barrañan Yo quise pararme a tomar un café En una tienda de ultramarinos Detrás de la barra, ya no está tampoco José El farol del portal, apago para siempre su luz Mientras, las gaviotas revolotean por el tejado gris El mundo borro sus pasos El viento tapo sus huellas En una playa de Barrañan Ya no puedo pararme a tomar un café En una tienda de ultramarinos Ya no se les ve Ya no huele a mantel Ya no hornea el pan de palles Porque con María……… y José Ya no hay,..... Ni vinos, ni callos, ni mejillones ni cafés Ni fuego de lareira, en el corazón Ni siquiera botones para los abrigos. ¨El Mari luz ¨ se fue Como se van las gaviotas de la orilla Buscando el refugio de los castaños en la costa Como se van las mariposas Buscado los campos de amapolas Y las olas lloran y se entierran en sus penas Arañando en la fachada mil besos perdidos En un lugar de la playa de Barrañan, Anclado como un barco de piedras. Mirando al horizonte me quedé…… Huérfano de todos Esperando que el mar los devuelvan algún día Ya no puedo parar a tomar un café En una tienda de ultramarinos En una playa de Barrañan Porque ya no voy a encontrar .....A María… y a José Ni ¨El Mari luz¨ de ayer PARA MI BIEN AMADA, POR DEJARME ASOMARME AL BALCÓN DE SUS OJOS Y PERMITIR PERDERME EN EL LABERINTO DE SU CORAZÓN…… DIME, SI ALGUNA VEZ ME LLENE DE SOLEDAD DIME, SI ALGUNA VEZ ME COMÍ LA TRISTEZA DIME, SI ALGUNA VEZ ME VESTÍ DE RABIA DIME, SI ALGUNA VEZ ME VOLVÍ ESTATUA DIME, SI ALGUNA VEZ ME VESTÍ DE SOMBRAS DIME, SI POR LOCURA ALGUNA VEZ ME VOY SOLO QUIERO QUE SEPAS,... QUE ES PARA EXTRAÑARTE MÁS (Porque no quiero dejar pasar que me coma el tiempo y no parar antes, a tomar un café con ella)
BERNARD SIGÜENZA BOGADO

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