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viernes, 14 de julio de 2017
RESTAURANTE CHURRASCO EN CASA ANTONIO DE PANTÓN EN LUGO, TIPO MIXTO (CARTA - MENÚS LOW-COST). 982 456422
12 /07 /2.017 Bernard y las crónicas viajeras en casas de comidas
(Este restaurante – Supermercado), está ubicado en la Galicia profunda, en tierra de nadie, donde Jesucristo perdió la alpargata y no volvió a buscarla, por la dificultad que entraña llegar a él, por un entramado de carreteras comarcales estrechas (LU-P-4106), en el tramo que va desde Goian a Pantón. Está metido en una zona que la bordea dos carreteras nacionales. Una vez que la encuentras, la conoces y has ido, si repites volver una segunda vez, yo creo que ya, no te perderás.
Esa zona es un remanso de paz, de vegetación verde por todos lados y en su periferia cuenta con sitios hermosos, llenos de viñas, de cepas de albariño, embalconados, algunas casas rurales y apartamentos donde reposar y quedarte a soñar, es un descanso reparador para los sentidos, a tiro de piedra de un complejo con campo de golf y spa, rodeados de aguas termales y cercano al encantador pueblo de Monforte de Lemos, para bostezar en las mañanas fresca del rocío, y acercarse al Cañón del Sil en el corazón de la Ribera sacra. Es navegable y se puede concretar en un viaje fluvial, dar pasos por el agua, en un paseo en barca, por toda la ribera del cañón.(Todos estos sitios, están relativamente cercanos al mesón, pero hay que descubrirlos, no están a la mano).
Si se planifica unas vacaciones o mini vacaciones, aquí hay un buen lugar, para descansar, recrearse en la naturaleza, disfrutar bien y comer mejor.
Es un local, a los que yo catalogo como tipo mesón rustico de aldea o pueblo, casi imitando a los antiguos furanchos gallegos.
Es un sitio para personas no muy exigentes, con respecto al detalle y refinamiento, carece de elementos de lujos, pero eso si, tiene la ventaja de estar metido en plena naturaleza, con amplias zonas de aparcamientos, dispone de una estupenda terraza exterior y también cuenta con un ultramarino, como antiguamente se le llamaba antes a estos almacenes de comidas y otros enseres, mercancías venida de ultramar (Supermercados).
Hay que pasar por un lado de él para entrar en el mesón, porque está dentro de la propia instalación del local.
La decoración es austera al estilo de los mesones, con algunas paredes de piedra de cantería y granito, con una chimenea que preside el comedor. Éste comedor es más bien pequeño y se está un poco apretado.
También prevalece el olor a humos en el ambiente de todo el local, por la chimenea, la cocina y también incluimos la parrilla, que está todo en régimen abierto.
Sin embargo y a pesar de todo eso, la cocina dispone de una parrillera en condiciones, que es la joya del mesón.
Las vestimentas de las mesas de madera son escasa y pobres, no llevan mantelería de paño, utilizan manteles desechables de papel blanco, que le da un aspecto de tasca. Cuando se podían poner de paño en algún color encima de las mesas y después los desechables. Con eso le daría otro empaque más vistoso al comedor, que ahora resulta un poco soso y apagado.
La vajilla y la cubertería se han quedado antiguas, pero para un mesón rustico puede que sea hasta aceptable, es cuestión de gusto.
Siempre está a tope, sobre todo los fines de semanas, dada la fama que le procede, por ser un establecimiento que sirven los platos muy generosos de comidas y con productos de calidad, los precios en términos generales son asequibles tirando a barato.
Aunque la presentación de los platos esta poco cuidada y deja mucho que desear. Esto no le impide a la clientela acudir masivamente, no le da la importancia que para mí tiene estos detalles.
Por esos motivos referidos antes, de cantidad y precio, sirve de reclamo. El boca a boca hace de altavoz, con el resultado de estar siempre lleno. Es importante y recomendable hacer la reserva previamente si tenemos pensado acercarnos por allí.
Los servicios y la cocina en limpieza sacan un aprobado. El personal es muy servicial y amable, pero, aun así, a veces no llegan con los tiempos de las comandas. Tampoco van ortodoxamente uniformados.
Quizás necesiten aumentar el personal de mesas, la señora Dolores no da abasto a pesar de su destreza.
El comedor principal tiene un escalón que impide el acceso a personas con movilidad reducida, pero ellos ya tienen otro apartado para solventar situaciones como estas.
Otra costumbre que voy a comentar con carácter general y no me estoy refiriendo a este local solamente.
Lo que nunca he llegado a comprender. Y no es novedoso, ocurre con mucha frecuencia, en muchos restaurantes. ¿Por qué… nada más terminar con los postres, la clientela tiene la costumbre de levantarse de la mesa y proseguir la comida en la barra? Poniendo fin a la comida, tomándose el café y el chupito o la copa en el mostrador.
No lo entiendo, ni lo entenderé. Seguramente habría que recomendar algún que otro libro de buenos modales en la mesa al personal.
Los platos de este establecimiento son muy variados pero la especialidad del mesón es sobre todo las carnes a la parrilla, pero si nos decidimos por algún platos de estos, hay que avisar con tiempo a la cocina, sobre todos los hipertensos, que tengan cuidado con la sal, a veces se le va la mano con ella.
Disponen de vino de cosechero propio de la ribera sacra.
Aquí va una variedad de platos sin guardar ningún orden para que se hagan una idea de la gastronomía de este establecimiento:
Chuletones a la parrilla, churrasco de criollos y costilletas, callos a la gallega, arroz con leche y canela casero, empanadas de carnes, lengua de ternera estofada, ensalada mixta, lubina a la parrilla, tarta de queso con membrillo casero, fabadas con lacón, bacalao a la parrilla, codornices guisadas, pierna de cordero a la parrilla, sopa de caldo gallego con fideos, flan de café casero, zorza gallega, pimientos de Padrón, calamares fritos a la romana, pulpo a la gallega, tarta de flan con nata casero, solomillo a la parrilla, almejas a la marinera, cocido gallego, pincho de oreja al pimentón, loncheado de jamón y queso, tortilla de patatas, pastel de limón casero, patatas de carne blanca fritas, botillo gallego a la parrilla, loncheado de lacón con pimentón, merluza en caldeirada, sardinas a la parrilla, chocos a la parrilla, fresas con nata, frutas de temporada, langostinos a la parrilla, Arroz risotto con carne, caballas a la parrilla, etc.
Todos estos platos se pueden consideran de carta, pero también puede entrar en ese día, algunos en el menú low-cost.
Cogiendo platos de la lista anterior, he sacado un promedio del costo aproximado, que puede variar algo por comensal según que plato elijamos, con vino incluido de la casa, postre, pan de boya, café y chupito. Me sale unos 19 €. Por persona.
Hay que tener en cuenta que los platos generalmente van sobrados en cantidad de comidas. A veces familias que traen niños no necesita pedir para ellos, porque pueden comer de la comida de los mayores.
Los menús de low-cost tienen un precio de 9 € y cubre, bebida, pan de boya, primer y segundo plato, postre, café y chupito.
Vamos a poner un ejemplo con el menú low-cost de hoy, de beber vino de la casa, cerveza, refresco o agua.
Las opciones de primero son nueve platos: Ensalada mixta, callos a la gallega, espárragos con mayonesa, ensalada de pasta, caldo de cocido con fideos, guiso de lentejas, huevos rellenos con mayonesa, melón con jamón o fabadas con chorizo.
Las opciones de segundo son nueves platos: lengua de ternera estofada, criollo con patatas, bacalao a la plancha, carne de ternera asada a la parrilla, tortilla de patatas, pechuga de pollo a la plancha, raxo a la gallega, filete de ternera a la plancha o lacón asado.
Las opciones del postre son: Fruta de temporada, flan de café, arroz con leche y canela, tarta de queso o yogur
La sobremesa: café tradicional o de pota y chupito.
En la mayoría de las ocasiones y como hay mucha variedad para cubrir el servicio de tanta clientela, el menú low-cost se prepara conjuntamente con los platos de la carta.
El resultado del menú de bajo coste (Low-cost). Cuando la demanda es grande, a veces suelen improvisar y el menú de bajo coste puede llegar a ser una maravilla.
De todas maneras, las opciones de nueve platos de primero y nueve de segundo para elegir en el menú low-cost, ya es una garantía para no equivocarnos.
Ahora bien, hay que ir temprano antes de que se vayan agotando los platos del menú. También es cuestión de que ese día, los platos de la carta sean muchos y lo deriven al menú, se puede dar esa circunstancia.
¡Que tengan suerte! Si quieres pasar un fin de semana respirando a naturaleza en plan campestre con la familia o con un grupo de amigos a unos precios asequibles, esta es tú zona. Y este es tú sitio.
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